Oriol Junqueras ha sido reelegido presidente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) el pasado fin de semana, tras imponerse en la segunda vuelta de las elecciones internas con el 52% de los votos frente al 42% obtenido por Xavier Godàs, candidato afín a Marta Rovira y Pere Aragonès. La participación fue del 81,9%, evidenciando una fuerte movilización de la militancia del partido en un contexto de división interna. Junqueras, que regresa al liderazgo tras dejar el cargo en junio, hizo un llamamiento “a la unidad del partido”, invitando a sus rivales a colaborar en las ponencias del congreso extraordinario que culminará en marzo. El resultado ajustado refleja una ERC polarizada, aunque ambas candidaturas han destacado la necesidad de “hacer crecer el partido”.
La reelección de Junqueras se produce en un momento clave para ERC, marcado por las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado y de la Generalitat. Junqueras pedido nuevos acuerdos al PSC, como la condonación de la deuda del FLA, la financiación autonómica y el traspaso de Rodalies, mientras mantiene la incógnita sobre su apoyo a la investidura de Salvador Illa. En este contexto, la militancia barcelonesa ratificará la decisión de la dirección de ERC sobre el posible pacto con el PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, liderado por Jaume Collboni. La nueva ejecutiva de ERC, con Elisenda Alamany al frente en la capital catalana, podría facilitar la entrada de los republicanos en el ejecutivo municipal, según adelanta el propio Junqueras en una entrevista publicada este lunes en La Vanguardia.
El proceso electoral ha estado marcado por las tensiones internas y una campaña convulsa con acusaciones de “ataques de falsa bandera”, situación que Junqueras pretende esclarecer con una comisión de la verdad. Mientras Godàs insiste en “reforzar los órganos de control sin crear estructuras paralelas”, Junqueras asume el desafío de “reconectar con la sociedad catalana y reconstruir una mayoría independentista”. Sin embargo, los últimos estudios, como los del CEO, reflejan que solo un 17% de los simpatizantes ve viable su liderazgo como candidato a la Generalitat, un reto adicional para el renovado líder de ERC.
La división interna de ERC se centra en las tensiones entre dos sectores: el liderado por Oriol Junqueras, que defiende una estrategia “inclusiva y pragmática”, y el de Marta Rovira y Pere Aragonès, que buscan una “renovación” centrada en un supuesto independentismo de izquierdas. Tras las derrotas electorales recientes, han surgido disputas sobre el liderazgo y el rumbo del partido. La división se ha manifestado en críticas personales y enfrentamientos sobre cómo recuperar “la unidad y el apoyo popular”.
