El Papa Francisco visita la cárcel de Rebibbia, en un momento de máxima tensión en prisiones italianas

El hacinamiento, cifras récord de suicidios, motines y graves casos de tortura asolan las cárceles de Italia.

Exteriores de la prisión de Rebibbia (Roma, Italia).
Foto: @ROMA_News (X)

El Papa Francisco visita este jueves 26 de diciembre la prisión de Rebibbia en Roma, donde abrirá una segunda “Puerta Santa” a las 9:00 horas, dando continuidad al inicio del Jubileo Ordinario de 2025, comenzado el día de Nochebuena con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Este gesto simbólico busca dar inicio a un Año Santo que se extenderá hasta el 6 de enero de 2026. La elección de Rebibbia, una cárcel con más de 1.500 reclusos, es significativa, ya que es una de las instituciones penitenciarias italianas que el Papa ha visitado en más ocasiones.

La cárcel de Rebibbia ha sido foco de atención debido a la difícil situación que atraviesan las prisiones en Italia, caracterizada por altos índices de hacinamiento y una creciente tasa de suicidios. Con una capacidad para 50.000 reclusos, las cárceles italianas albergan actualmente casi 60.000 personas. Se han registrado más de 4.000 detenidos en tan solo un año, alcanzando tasas de hacinamiento de más del 200% en algunas cárceles. Según medios del país, el centro de Rebibbia presenta condiciones de vida difíciles para los reclusos, con un creciente número de suicidios. Tan solo en 2024, 89 presos se han suicidado en las cárceles italianas, lo que ha sido objeto de denuncias por parte de organizaciones como la asociación Antigone, que ha reportado un alarmante aumento de suicidios, motines y torturas a manos de funcionarios a lo largo de 2024.

El pasado año, el Gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni anunció que preparaba una modificación de ley para limitar o incluso eliminar el delito de tortuta. Las dos formaciones políticas de la ultraderecha italiana que gobiernan en coalición, Hermanos de Italia de Meloni y la Liga del vicepresidente Matteo Salvini, critican la legislación vigente porque creen que “desampara a los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado”.

Historia de Rebibbia

La prisión de Rebibbia tiene una larga historia que comienza en 1946 con la apertura de la primera casa penal, que más tarde se transformó en una casa de reclusión. A lo largo de las décadas, el complejo se ha ampliado y modernizado. En los años 50, se inauguró una sección destinada a mujeres, y en los años 60, el arquitecto Sergio Lenci diseñó la casa circondariale que lleva el nombre de Raffaele Cinotti, inaugurada en 1971. En 1992, se sumó una nueva instalación, conocida como el “tercer instituto”, completando así la estructura penitenciaria de Rebibbia. A lo largo de los años, el complejo ha sido escenario de varios intentos de fuga, motines y huelgas de hambre. En 1986, por ejemplo, dos prisioneros protagonizaron una fuga con con un helicóptero y un año más tarde, en 1987, un grupo de presos políticos de las Brigadas Rojas excavó un túnel para escapar.

El complejo de Rebibbia se compone de varias secciones, siendo la Casa Circondariale Raffaele Cinotti la más grande, con capacidad para más de 1.000 interos. También alberga una casa de reclusión con 445 plazas, destinada a internos de régimen ordinario y personas con enfermedades psíquicas, así como una sección femenina, que es la única para mujeres en el complejo. Además, existe un área destinada a prisioneros con enfermedades relacionadas con los narcóticos.

Las figuras conocidas que han estado recluídas en Rebibbia son un reflejo de la historia italiana de la segunda mitad del siglo XX: el intelectual Toni Negri, militantes históricos de las Brigadas Rojas como Barbara Balzerani y Prospero Gallinari, miembros de la extrema derecha, políticos encarcelados por corrupción y decenas de capos de la mafia.