Protestas contra el nuevo gobierno sirio tras ataques a símbolos religiosos de minorías y declaraciones contra los derechos de las mujeres

Las manifestaciones estallan en áreas cristianas y alauíes, mientras las autoridades reprimen las protestas e imponen toques de queda.

Protesta por el secularismo y la libertad religiosa en Siria.
Foto: @IsraHazel (X)

Cientos de personas han salido a las calles en áreas cristianas de Damasco (Siria) para protestar contra la quema de un árbol de Navidad en la ciudad de Suqaylabiyah, cerca de Hama, en el centro de Siria. The Guardian informa que miles de manifestantes han exigido en varios puntos del país que se aseguren los derechos de las minorías religiosas y las mujeres.

En las protestas, asistentes denunciaron injusticias cometidas por parte de grupos salafistas contra los cristianos, y expresaron su frustración por la violencia del fundamentalismo religioso y la falta de libertad para practicar su fe. The New Arab reporta que cientos de mujeres han protestado contra las recientes declaraciones del portavoz de Hayat Tahrir Al Sham (HTS) de que las mujeres serían “biológicamente incapaces” de desempeñar funciones de liderazgo. Exigen “laicismo, democracia e igualdad de derechos.”

Simultáneamente, en otras regiones sirias, la comunidad alauí, a la que pertenecía el depuesto presidente Assad, también se ha movilizado tras la difusión de videos sobre el incendio de una tumba sagrada alauí en Alepo. Los enfrentamientos entre seguidores de esta minoría y las nuevas fuerzas del orden leales a la autoridad salafista se intensifican en las ciudades de Homs, Tartus y Latakia, con víctimas mortales confirmadas por diversas fuentes y reportadas en The Guardian. Ante la creciente violencia, las autoridades han impuesto toques de queda en Homs, Tartus y Banyas, en un intento por detener las protestas.

En respuesta a los disturbios, las fuerzas de HTS que derrocaron a Assad intensifican ahora sus operaciones militares en la región costera y otras áreas clave. Las autoridades aseguran que “su objetivo es restaurar la seguridad y evitar desestabilizaciones por parte de los remanentes del antiguo régimen”. La situación sigue siendo delicada, ya que el país enfrenta la dificultad de conciliar las diferentes facciones y estabilizar la situación en medio de un contexto de tensiones sectarias y luchas por el control del territorio generados por el vacío de poder.