Las relaciones entre Pakistán y los talibanes afganos, que fueron estrechas durante dos décadas, han experimentado un enfriamiento significativo desde que el grupo tomó el control de Kabul en 2021. Inicialmente, Pakistán celebró la victoria talibán como un triunfo estratégico, esperando consolidar su influencia en la región. Sin embargo, analistas mencionan en Al Jazeera que las tensiones han crecido últimamente, especialmente debido a la postura del gobierno talibán sobre la línea Durand, que Pakistán considera su frontera internacional. El rechazo talibán a reconocer esta línea ha alimentado las fricciones, exacerbadas por la intensificación de los ataques de grupos como el Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), que opera desde Afganistán, aumentando la inseguridad en las regiones fronterizas.
Históricamente, Pakistán ha apoyado a los talibanes como un medio para contrarrestar el nacionalismo pashtún transfronterizo, buscando también ejercer influencia sobre el futuro de Afganistán. Sin embargo, la presencia del TTP en Afganistán y los ataques contra fuerzas de armadas pakistaníes han complicado la relación. Aunque Pakistán espera que los talibanes tomen medidas contra el TTP, los líderes talibanes rechazan esta demanda, argumentando que la lucha contra el TTP es “un asunto interno de Pakistán”. Esto pone a Pakistán en una posición incómoda, con la necesidad de mantener la presión militar sobre Afganistán sin provocar una escalada más amplia. Recientemente, se han reportado maniobras militares de los talibanes cerca de la frontera con Pakistan.
El deterioro de la relación tiene implicaciones significativas para ambos países, ya que la cooperación entre ellos podría haber fomentado la integración económica regional, conectando Asia Central y el sur de Asia. Sin embargo, las tensiones actuales, impulsadas por el militarismo y la falta de voluntad política para abordar las quejas subyacentes, han impedido importantes acuerdos entre Afganistán y Pakistán, dos países clave en la Iniciativa de la Franja y la Ruta china. Los expertos no descartan que puedan llegar a acuerdos en un futuro, pero la relación en estos momentos es inestable.