Las autoridades surcoreanas cancelaron este viernes la operación para detener al presidente Yoon suk-Yeol, acusado de insurrección y abuso de poder tras decretar la ley marcial en diciembre. Según The Korea Times, la decisión se tomó luego de un enfrentamiento de horas entre el servicio de seguridad presidencial y agentes de policía que intentaban acceder a su residencia en Seúl. La orden de arresto fue suspendida por preocupaciones sobre la seguridad y la imposibilidad de proceder sin incidentes.
Cerca de 2.700 policías fueron desplegados alrededor de la residencia del expresidente en el barrio de Hannam, donde aproximadamente 1.200 seguidores del presidente se congregaron en apoyo, celebrando la cancelación de la detención. Yoon había ignorado tres citaciones previas para declarar, lo que llevó a las autoridades a obtener la orden de arresto el martes. El mandato expira el lunes, y se espera que el número de manifestantes crezca durante el fin de semana, complicando aún más cualquier intento de detención.
Mientras tanto, los fiscales también presentaron cargos de insurrección y abuso de poder contra el jefe del Estado Mayor, general Park An-su, y el teniente general Kwak Jong-keun, por su papel en la imposición de la ley marcial. Yoon fue destituido por el Parlamento en diciembre y permanece a la espera de que el Tribunal Constitucional decida, antes de junio, si lo restituye o lo cesa de forma definitiva.
