Las reservas de gas en Europa caen por debajo de la media, con el fin del suministro ruso a través de Ucrania

El rápido vaciado de almacenamientos y la falta de suministro ruso plantean retos energéticos para el invierno.

Imagen: SimoneN (iStock).

Las reservas de gas en Europa han caído por debajo de la media histórica tras el aumento del consumo durante el otoño. Los almacenamientos cuentan actualmente con 84 millardos de metros cúbicos, 20 menos que hace un año, lo que refleja uno de los descensos más pronunciados en la última década. Factores como temperaturas más frías de lo esperado y una baja producción renovable en noviembre han impulsado este rápido vaciado, aunque, según fuentes consultadas por El País, los niveles siguen siendo suficientes para afrontar el invierno.

El fin del suministro de gas ruso a través de Ucrania, confirmado el 1 de enero, añade presión al sistema energético europeo. La decisión de Kiev de no renovar contratos con Gazprom afecta principalmente a países como Hungría, Austria y Eslovaquia, que aún recibían volúmenes significativos de gas por esta vía. Para compensar, la UE prevé incrementar las importaciones de gas natural licuado (GNL), principalmente desde EEUU, Qatar y Australia, aunque se espera un aumento de precios durante la próxima fase de reabastecimiento en primavera y verano.

En respuesta, Bruselas ha elevado al 50% su objetivo de reservas para el 1 de febrero. Esta medida busca asegurar el suministro ante futuros episodios de alta demanda, pero podría impactar los precios a corto plazo. La creciente dependencia del GNL, incluso procedente de Rusia, se consolida como una alternativa clave mientras Europa navega las complejidades del mercado energético global.