La producción de Stellantis en Italia cayó casi un 40% en 2024, alcanzando el nivel más bajo desde la década de 1950, según cifras del sindicato FIM-CISL recogidas por Financial Times. El fabricante de automóviles, resultado de la fusión entre Fiat-Chrysler y PSA-Peugeot en 2021, produjo 475.090 vehículos, una fuerte disminución frente a las más de 750.000 unidades fabricadas en 2023.
Factores como la débil demanda en Europa, la creciente competencia china en modelos de mercado masivo y la incertidumbre regulatoria sobre vehículos eléctricos han afectado los ingresos de la empresa. Stellantis emitió una advertencia de beneficios en otoño, y su CEO, Carlos Tavares, dejó el cargo inesperadamente el mes pasado. John Elkann, presidente de la compañía, lidera la búsqueda de un nuevo director ejecutivo para abordar problemas de producción en Europa y altos niveles de inventario en EEUU.
La planta de Mirafiori, en Turín, registró una caída del 70% en la producción, mientras que la fabricación de vehículos de pasajeros se redujo un 46%. Stellantis reafirmó su intención de alcanzar un millón de unidades producidas en Italia para 2030, con una inversión de 2.000 millones de euros este año. Además, el sindicato se unirá a una protesta en Bruselas contra la prohibición de motores de combustión en 2035, argumentando el impacto negativo en la industria automotriz.
