Colectivos sociales y vecinales de València, como Cuidem Benimaclet y l’Assemblea Feminista, han respaldado una querella por tortura e intromisión contra Ramón, nombre falso utilizado por un policía infiltrado en el barrio de Benimaclet. Según informan El Salto y la Directa, la abogada Maria Josep Martínez declara que las dos querellantes denuncian haber sufrido graves daños psicológicos tras descubrir que Ramón, quien había ganado su confianza como militante, era en realidad un funcionario al servicio del Estado. La querella también alega un ataque a la integridad moral, argumentando que las víctimas fueron instrumentalizadas como fuentes de información sin su consentimiento.
La infiltración de Ramón, identificado como R. M. F., se llevó a cabo entre 2020 y 2022 y permitió al agente acceder a espacios de movimientos sociales, recopilando información personal y sensible sin autorización judicial. Según la letrada, esta operación no cumplió con los requisitos legales para agentes encubiertos, careciendo de una finalidad legítima y supervisión judicial. Entre los espacios infiltrados se encuentran el Centro Social Okupado Anarquista l’Horta y redes de solidaridad como Grama. Ramón incluso llegó a matricularse en la Universitat de València bajo una identidad falsa, con documentación presuntamente emitida por el Ministerio del Interior de Fernando Grande Marlaska.
La querella, impulsada por la organización Alerta Solidària, también apunta al Ministerio del Interior como responsable subsidiario por los daños causados y solicita identificar la cadena de mando del agente. Este caso se suma a otros similares en Catalunya, donde agentes infiltrados han sido objeto de denuncias por violaciones de derechos fundamentales. Las querellas anteriores han enfrentado obstáculos judiciales, pero las organizaciones detrás de estas iniciativas aseguran que continuarán buscando justicia para las víctimas de estas operaciones policiales.