3,4 millones de personas viven hacinadas o en ‘nanopisos’ en el Estado español

Un 7% de la población vive en espacios de menos de 15 m² y los hogares en condiciones insalubridad aumentan un 82% en 6 años.

Un piso con la ducha pegada a la cocina.
Foto: @elzulista (X).

La nueva radiografía de la exclusión social en el estado español apunta a una realidad ciertamente preocupante: a finales de 2024 cerca de 9,5 millones de personas se encontraban en riesgo de exclusión social. Así lo confirman los últimos informes Foessa de Cáritas, que señalan cómo la precariedad y la falta de recursos han empeorado enormemente en los últimos años. Estos estudios ponen de relieve un incremento en las dificultades de acceso a una vivienda, así como un aumento significativo de las condiciones de marginalidad.

Entre los indicadores más alarmantes, se destaca que el 7% de la población (3,4 millones de personas) vive en hogares con menos de 15 metros cuadrados por ocupante. En especial, esta situación afecta a zonas urbanas, en las que muchas familias se ven obligadas a compartir piso, volver a casa de familiares o residir en lo que se conocen como nanopisos. Además, en caso de que el numero de personas viviendo en el mismo hogar aumente, estas personas no pueden mudarse a un espacio más amplio, quedando atrapadas en condiciones denominadas como hacinamiento.

La degradación de la vivienda se refleja también en el aumento de los hogares que habitan en entornos insalubres (humedades, suciedad, olores y plagas), que han crecido un 82% desde 2018, hasta afectar a  casi 3 millones de personas. A la par, el porcentaje de hogares en barrios marginales se ha duplicado, alcanzando al 1,5% de las personas, mientras que aquellos que carecen de equipamientos domésticos básicos ya suman el 3,3%. Todo ello da cuenta de un panorama en el que la vulnerabilidad se extiende y profundiza.

Asimismo, 6,8 millones de personas (un 14% más de la población que en 2018) padece dificultades declaradas para costear su vivienda. Esta precariedad habitacional coincide con la drástica reducción de viviendas en propiedad con pagos pendientes dentro de la exclusión, que pasan de cubrir el 57% de los hogares en 2013 a solo 30% en 2024. 

En el ámbito rural, la exclusión social severa ha experimentado un aumento significativo, escalando del 8,7% en 2018 al 11% actual, pero los territorios urbanos siguen siendo los escenarios donde más explícitamente se manifiesta la exclusión, con el 54,6% de los hogares en esta situación. Asimismo, de media, los barrios con peores condiciones económicas padecen una degradación de las condiciones dos veces más rápida que los barrios acomodados, y los jóvenes son los más afectados, habiendo crecido la condición de exclusión social severa seis veces más que en personas de mayor edad.