El gobernador de California, Gavin Newsom, advirte que los incendios forestales actuales podrían convertirse en el desastre más costoso en la historia de Estados Unidos, en términos de daños materiales y costos asociados. Según informes de CalFire recogidos por Financial Times, los incendios han devastado más de 40.000 acres de tierra, y la cifra de víctimas fatales ha aumentado a 24, con expectativas de que el número siga en ascenso a medida que se confirme la magnitud del desastre. Los vientos de Santa Ana, que alcanzan ráfagas de entre 80 y 112 kilómetros por hora, han generado condiciones extremas que dificultan las tareas de control del fuego y obligan a la evacuación de decenas de miles de residentes en áreas de alto riesgo como Mandeville Canyon y Brentwood.
Los funcionarios locales tratan de contener los incendios, y aunque se han logrado avances en algunas zonas, como la de Hurst, donde el fuego está contenido en un 89%, el pronóstico sigue siendo sombrío. Los expertos del Servicio Meteorológico Nacional advirtieron que las condiciones críticas de incendio continuarán hasta al menos el miércoles, lo que ha dejado en vilo a las autoridades que prevén más daños. Ante la magnitud de la crisis, el presidente Joe Biden prometió que “el gobierno federal cubriría el 100% de los costos generados por el desastre”, mientras que el expresidente Donald Trump, tras acusar a Newsom de “mal manejo de recursos hídricos”, se ha mantenido en silencio respecto a su disposición para asistir en la crisis.
Los daños materiales podrían superar los 135 mil millones de dólares, según estimaciones de AccuWeather, lo que podría situar a este desastre por encima de otros eventos catastróficos recientes, como el huracán Helene de 2024. Las autoridades federales ya han comenzado a preparar tropas estadounidenses para apoyar en las labores de control de los incendios, mientras que Newsom ha emitido una orden ejecutiva para facilitar la reconstrucción de las viviendas destruidas, evitando burocracia innecesaria. Aunque la situación sigue siendo crítica, el gobernador ha ofrecido “un diálogo constructivo” con la entrante administración de Trump, aunque aún no ha recibido respuesta respecto a su invitación a visitar las áreas afectadas.