Los bomberos de Los Ángeles (California, EEUU) continúan enfrentando múltiples incendios forestales de gran magnitud, con los más devastadores localizados en Palisades y Eaton. Según datos del Los Angeles Times, el incendio en Palisades ha arrasado con 23.713 acres, dejando más de 12.000 estructuras bajo amenaza, mientras que el de Eaton ha consumido 14,117 acres y dañado 7.000 edificaciones. Aunque las autoridades han logrado avances en la contención (14% en Palisades y 33% en Eaton), un frente de vientos de hasta 70 mph, pronosticado para esta semana, podría intensificar la crisis.
El Servicio Meteorológico Nacional ha emitido una alerta de bandera roja que permanecerá activa hasta el miércoles por la noche. Las condiciones de baja humedad, combinadas con los vientos fuertes, elevan el riesgo de propagación de las llamas y la aparición de nuevos focos. Municipios como Malibu, Altadena y Pasadena han implementado órdenes de evacuación, mientras las comunidades afectadas intentan asimilar las pérdidas y buscar refugio.
El alcalde de Los Ángeles, Karen Bass, ha firmado una orden ejecutiva para “acelerar los esfuerzos de reconstrucción en las áreas afectadas”, priorizando la aprobación rápida de proyectos y la eliminación de barreras burocráticas. Entre las iniciativas de apoyo, Amtrak ha reducido tarifas para facilitar el transporte de afectados, mientras FEMA ha activado recursos para damnificados sin seguro o con coberturas insuficientes. La situación sigue siendo crítica, y las autoridades instan a los ciudadanos a “mantenerse informados y acatar las indicaciones de emergencia”.
