Una investigación reciente del Hospital General de Massachusetts, liderada por Roy Perlis, examinó cómo el uso de redes sociales afecta las emociones de más de 42.000 adultos en Estados Unidos. Los resultados, publicados en la revista JAMA Network Open, revelan que las personas que publican varias veces al día en plataformas como TikTok, Instagram o X son más propensas a experimentar irritabilidad y enojo. Los usuarios más intensivos obtuvieron 3,37 puntos más en una escala diseñada específicamente para medir estas emociones, en comparación con quienes interactúan con menor frecuencia.
Aunque los investigadores no aseguran que las redes sociales causen directamente este efecto, subrayan “una clara conexión entre la intensidad del uso y el aumento de emociones negativas”. Perlis enfatiza la necesidad de profundizar en cómo estas plataformas afectan la salud mental, mientras que expertos como Ignacio Morgado, de la Universidad Autónoma de Barcelona, apuntan al sesgo de confirmación como un factor clave. Según este fenómeno, las personas tienden a buscar contenido que refuerce sus creencias, lo que puede amplificar las reacciones emocionales, tanto positivas como negativas.
El estudio también destaca diferencias relacionadas con la edad: los adultos mayores de 65 años mostraron niveles significativamente más bajos de irritabilidad, lo que podría explicarse por una menor exposición a estas plataformas. Hilario Blasco, especialista en bienestar emocional, sostiene que reducir la interacción en redes sociales puede atenuar el impacto emocional negativo. Aunque ya se han documentado efectos como ansiedad o depresión asociados al uso intensivo de estas plataformas, los investigadores subrayan que “la irritabilidad merece mayor atención para comprender su alcance y consecuencias”.
