El Kremlin ha rechazado de manera categórica la propuesta del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, de intercambiar parte de la provincia rusa de Kursk (Rusia), invadida por tropas ucranianas desde agosto de 2024, por territorios controlados por Rusia. Dmitri Peskov, portavoz de la Presidencia rusa, afirmó que “no es posible” tal canje y subrayó que Rusia “nunca ha discutido y no discutirá el tema de canje de su territorio”. Además, aseguró que las fuerzas ucranianas “serán expulsadas de la zona”.
La provincia de Kursk ha sido escenario de enfrentamientos desde que las Fuerzas Armadas de Ucrania lanzaron una incursión en agosto de 2024. Aunque gran parte del territorio fue recuperado por el Ejército ruso, los combates han continuado, con contraataques ucranianos repelidos por las tropas y la aviación rusas. Zelenski, en una entrevista con The Guardian, declaró: “Intercambiaremos un territorio por otro”, refiriéndose a una posible negociación. Sin embargo, Moscú ha reiterado que no cederá territorios que considera propios, incluidas las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, y las provincias de Zaporozhie y Jersón, anexionadas en 2022.
Ucrania y sus aliados occidentales no reconocen la anexión de estos territorios y exigen la retirada de las tropas rusas. Por su parte, Rusia insiste en que Kiev retire sus fuerzas de las regiones mencionadas y reconozca su pertenencia a la Federación Rusa, junto con Crimea y Sebastopol. La propuesta de Zelenski parece lejos de ser aceptada, mientras el conflicto en la región sigue sin visos de solución.