El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, presentará al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, un plan para desplegar cerca de 30.000 soldados europeos en Ucrania con el objetivo de “supervisar un posible alto el fuego”. Esta propuesta, desarrollada conjuntamente por Londres y París, fue discutida en una reunión de emergencia en París a principios de esta semana y difundida por The Telegraph.
Starmer enfatizará “la necesidad de que Estados Unidos proporcione garantías de seguridad para respaldar esta fuerza europea”, sugiriendo que “aviones de combate y misiles estadounidenses estén en alerta en Europa del Este para responder rápidamente si Rusia viola los términos del alto el fuego”. El plan contempla el despliegue de tropas en ciudades clave, puertos e infraestructuras críticas de Ucrania, manteniéndose alejadas de las líneas de frente actuales. Además, se utilizaría tecnología de vigilancia avanzada, incluyendo drones y satélites, para monitorear el cumplimiento del alto el fuego.
Esta iniciativa surge en medio de preocupaciones de que Estados Unidos pueda reducir su apoyo a Ucrania tras la firma de un acuerdo de paz. El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, ha indicado que la responsabilidad principal de cualquier operación de mantenimiento de la paz recaerá en los países europeos y Canadá. Por su parte, Starmer ha subrayado “la importancia de una colaboración estrecha entre Europa y Estados Unidos para garantizar una paz duradera en la región y prevenir futuras agresiones rusas”.
