EEUU vota en contra de condenar a Rusia por la guerra de Ucrania en la ONU

El Consejo de Seguridad de la ONU respalda una propuesta estadounidense que evita culpar a Rusia y omite exigir la retirada de sus tropas, marcando un punto de inflexión en la guerra.

Imagen de archivo del Consejo de Seguridad de la ONU.
Foto: ONU

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este lunes una resolución redactada por Estados Unidos que insta a un “rápido fin” al conflicto en Ucrania, aunque sin mencionar a Rusia como agresor ni exigir la retirada de sus tropas del territorio ucraniano. La votación culminó con diez votos a favor, incluidos los de Rusia y China, y cinco abstenciones de países como el Reino Unido y el Estado francés. Este es el primer acuerdo de este tipo sobre la guerra de Ucrania alcanzado en el Consejo de Seguridad desde 2022.

La resolución, que no es vinculante, lamenta las “trágicas pérdidas de vidas” provocadas por la guerra, aunque omite cualquier referencia explícita a la responsabilidad de Rusia. El texto fue aprobado en el tercer aniversario de la invasión rusa a Ucrania, un hecho que coincide con un acercamiento diplomático entre la administración de Donald Trump y Moscú, lo que ha generado serias preocupaciones en Kiev y en Bruselas.

Dorothy Sea, representante interina de Estados Unidos ante la ONU, defendió la resolución como un “primer paso simbólico y sencillo hacia la paz”. Según Sea, este tipo de medidas “deben reflejar el espíritu de la Carta de Naciones Unidas”, en la cual se afirma que “la paz es posible”. Mientras tanto, el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, celebró la resolución como un indicio de un “quiebre” en las relaciones entre Moscú y Washington, tras los recientes contactos diplomáticos entre ambas partes.

En paralelo, la Asamblea General de la ONU adoptó dos resoluciones sobre la guerra, aunque carecen de carácter vinculante. A diferencia de la resolución del Consejo de Seguridad, estas propuestas instan directamente a Rusia a retirar sus tropas de Ucrania. La votación sobre estas resoluciones evidenció el desacuerdo internacional, con Estados Unidos y Rusia adoptando posiciones contrastadas, mientras que otros países, como China, optaron por una postura intermedia.