Queda en libertad el segundo preso político tras la derogación de la doble contabilización de penas

La justicia española ha impuesto esta política penitenciaria durante más de una década. Balbino Saenz ha sido el segundo en salir tras su suspensión.

Balbino Saenz a la salida de prisión en Martutene (Gipuzkoa, Euskal Herria).
Foto: Etxerat

Balbino Saenz Olarra, preso político, fue liberado hace cuatro días tras cumplir íntegramente su condena en la cárcel de Martutene (Gipuzkoa). La medida de “doble contabilización de penas”, que obligaba a los presos a cumplir nuevamente las condenas tras ser extraditados desde el Estado francés, fue derogada en el otoño de 2024.

En el caso de Saenz, si se hubieran tenido en cuenta los años pasados en prisión en el país galo, su condena ya habría finalizado en diciembre de 2022. Él es el segundo preso político en beneficiarse de esta reforma; el primero fue Manuel Pérez Martínez, secretario general del PCE (r), popularmente conocido con el sobrenombre Camarada Arenas.

Durante más de una década, el Estado español impuso la “doble contabilización de penas” a los presos políticos vascos, lo que les obligaba a cumplir nuevamente las condenas impuestas por París. Esta medida, instaurada en 2014 por el gobierno de José María Aznar, permitió alargar las penas hasta 40 años. A pesar de las continuas denuncias en Euskal Herria, la reforma para derogar esta práctica no se aprobó hasta el año pasado.

Con la anulación de la “doble contabilización”, siete presos políticos deberían haber quedado en libertad de inmediato, entre ellos Saenz Olarra. Saenz fue detenido en 2002 en Tarbes, condenado tanto por la justicia francesa como española, y extraditado al Estado español para cumplir una pena adicional. Actualmente, hay por lo menos 52 presos políticos esperando la aplicación de la reforma legal que les permitiría quedar en libertad.