La Ley de Seguridad Ciudadana, conocida popularmente como la “ley mordaza”, va cumplir diez años desde su entrada en vigor sin que se haya materializado la derogación prometida por parte del actual Gobierno español ni de los anteriores.
A pesar de las continuas críticas sobre su impacto en las libertades civiles y políticas, especialmente en el derecho a la protesta, la norma no ha sido eliminada en su totalidad. Moncloa ha alcanzado un acuerdo con algunos de sus socios, como EH Bildu, para reformar los aspectos más criticados de la ley, lo que se espera sea aprobado antes del verano. Sin embargo, parece ser que los partidos ya han abandonado la pretensión de derogar en su totalidad la ley impulsada por el PP.
Según datos del Ministerio del Interior, gobiernos de distinto color recaudaron entre 2016 y 2023 más de 1.250 millones de euros en multas derivadas de la ley. Los tres artículos que generan el mayor volumen de sanciones corresponden al consumo de drogas en la vía pública (803 millones de euros), la resistencia o desobediencia a la autoridad (246 millones de euros) y la exhibición de armas prohibidas (104 millones de euros).
Algunas disposiciones son especialmente duras, como las sanciones por “faltas de respeto a los agentes de la autoridad”, que otorga amplios poderes sancionadores a la policía. En este contexto, el catedrático de Derecho Penal Josep Maria Tamarit subraya en eldiario.es que las infracciones “no están suficientemente definidas y que las sanciones pueden ser excesivas, llegando hasta los 600.000 euros”.
Partidos como Podemos, Junts y el BNG han propuesto enmiendas para eliminar o modificar algunos aespectos como la prohibición de las pelotas de goma y las devoluciones en caliente, pero lejos de las promesas de derogación que estos partidos abanderaron hasta hace pocos años.
El Congreso de los Diputados trabaja en un texto que podría entrar en vigor en los próximos meses, con el objetivo de que la reforma esté lista antes del 1 de julio, fecha que marca el décimo aniversario exacto de la ley.
