La administración de Donald Trump ha anunciado una nueva ronda de aranceles sobre importaciones extranjeras, ampliando su estrategia proteccionista a una escala sin precedentes. Según informes de The Wall Street Journal y The Washington Post, los nuevos gravámenes alcanzarán hasta un 20% y entrarán en vigor el 3 de abril.
La medida, presentada como parte del denominado ‘Día de la Liberación’, impactará a todas las naciones con vínculos comerciales con Estados Unidos, incluyendo a la Unión Europea, México, Canadá y China. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que la política será “sin excepciones” y que las negociaciones serán “secundarias”.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, ha entregado al presidente un informe detallando las barreras comerciales extranjeras que afectan a los productos estadounidenses, lo que habría servido de base para la nueva política.
En reacción a la medida, la Comisión Europea ha señalado que cuenta con un plan “sólido” para contrarrestar los efectos de los aranceles, mientras que Canadá y China han optado por represalias económicas inmediatas. En contraste, México ha expresado disposición a negociar antes de aplicar sanciones recíprocas.
Economistas advierten que los nuevos aranceles podrían aumentar la inflación en EEUU, especialmente en sectores como el automotriz, donde Goldman Sachs estima un alza en los precios de entre 5.000 y 15.000 dólares por vehículo.
La Casa Blanca, sin embargo, mantiene que la medida “incentivará la producción nacional”. Trump ha declarado que “si produces en Estados Unidos, no pagarás aranceles”, restando importancia a un posible encarecimiento del coste de vida. Mientras tanto, la Reserva Federal observa con cautela la evolución de la inflación, que según Wells Fargo podría alcanzar el 2,8% debido al impacto de estos gravámenes.
