El gobierno de Corea del Sur anunció el martes una inversión fiscal adicional de 4.900 millones de dólares en la industria nacional de semiconductores, elevando el total del paquete estatal de apoyo a 33 billones de wones (aproximadamente 23.100 millones de dólares).
Según el Ministerio de Finanzas, esta decisión responde a la “creciente incertidumbre” generada por la reciente imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, incluidos gravámenes del 25 % sobre productos surcoreanos, anunciados el 2 de abril por el presidente Donald Trump. Aunque su aplicación ha sido suspendida por 90 días, Seúl considera que la amenaza sigue vigente.
El ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, explicó que el nuevo financiamiento estará destinado a “reforzar la competitividad tecnológica del país y a mitigar el impacto de las tensiones comerciales”. “El gobierno planea ampliar el apoyo al sector de los semiconductores […] con más de 4 billones de wones en gasto fiscal hasta 2026”, declaró en un encuentro con empresas del sector. Parte de los fondos se dirigirá al desarrollo de infraestructuras, como líneas de transmisión subterráneas en los clústeres industriales, y a programas de capacitación técnica para el desarrollo de talento especializado.
Corea del Sur alberga a dos de los principales actores globales del sector: Samsung Electronics y SK Hynix. La ampliación presupuestaria se enmarca en una propuesta revisada de presupuesto suplementario de 12 billones de wones (unos 8.400 millones de dólares) aún pendiente de aprobación en la Asamblea Nacional.
En paralelo, el Ejecutivo surcoreano también ha destinado recientemente 2.000 millones de dólares al apoyo de fabricantes automotrices afectados por los nuevos aranceles. Según datos oficiales, las exportaciones surcoreanas de automóviles a Estados Unidos alcanzaron los 42.900 millones de dólares en 2024.