Los trabajadores de Bridgestone en Basauri (Bizkaia) y Puente San Miguel (Cantabria) mantienen las convocatorias de huelga de esta semana, secundadas por la totalidad de las plantillas. La protesta tiene como objetivo rechazar el expediente de regulación de empleo (ERE) planteado por la compañía, que afecta a 335 empleados en Basauri y 211 en Puente San Miguel. El comité de empresa de Basauri ha informado a EITB que, en su cuarta jornada de paros, la producción en la planta de Bizkaia permanecía paralizada.
Según Roberto Corral, presidente del comité de empresa en Basauri, el respaldo de los trabajadores ha sido “absoluto” y la plantilla está “muy concienciada” con la necesidad de continuar la lucha. Además, ha destacado que los empleados están exigiendo la intervención de las instituciones vascas para evitar que la producción sea trasladada a otros centros.
En declaraciones recogidas por el diario Deia, los huelguistas han informado sobre una asamblea a las 10:00 para escuchar las explicaciones de sus representantes sindicales en la negociación y estudiar futuras movilizaciones si la empresa mantuviera su negativa, terminado el plazo previsto hasta el 6 de mayo. Además, los trabajadores realizarán una marcha de Basauri hasta Bilbo en el Primero de Mayo, en el Día Internacional de la Clase Trabajadora.
Por su parte, en Puente San Miguel, la planta de Bridgestone también ha experimentado un paro total en los turnos de mañana y tarde, dejando la producción detenida. Este paro es el primero de tres días de huelga convocados para esta semana, en protesta por el despido del 50% de la plantilla. En declaraciones a medios locales, el comité de empresa de la planta cántabra ha subrayado el respaldo masivo de los trabajadores a la huelga y la determinación de mantenerla hasta conseguir una solución favorable para los afectados.
Ambas fábricas, que se encuentran en pleno conflicto laboral, continúan con la convocatoria de nuevas jornadas de huelga, con paros previstos también para el 26 de abril. Las protestas han sido acompañadas de concentraciones de los empleados, quienes han reiterado su rechazo al ERE y han exigido la implicación de las administraciones públicas para salvar los puestos de trabajo. Las negociaciones entre la dirección de Bridgestone y los representantes sindicales no han dado frutos, por lo que la lucha por los derechos de los trabajadores sigue en pie.
