Un total de 150 personas sin hogar han sido expulsadas del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas el miércoles 22 de mayo tras la entrada en vigor de un nuevo control de accesos por parte de Aena.
La normativa impide el paso a quienes no presenten tarjeta de embarque o acreditación laboral, lo que deja a decenas de personas durmiendo a la intemperie en zonas exteriores como pasillos del aparcamiento o áreas de fumadores, según confirman fuentes sindicales de UGT a Gran Madrid. Otras 170 personas lograron pasar la noche dentro antes de que se aplicaran los nuevos filtros.
Durante la jornada de implementación del sistema, directivos de Aena y responsables de la empresa de seguridad observaron en tiempo real la aplicación de la medida desde una sala del aeropuerto. “Esto ha funcionado”, declara uno de los ejecutivos al ver las imágenes de las cámaras de vigilancia, de acuerdo con El Mundo.
Para muchos de ellos, el cambio ha significado perder el único refugio que habían encontrado en la T4: “Me pidieron el billete y me dijeron que me fuera por donde había venido”, relata un afectado a El Mundo. Desde entonces, pasa las noches fuera, en condiciones precarias, sin acceso a enchufes ni aseos interiores.
A quienes se les propone acudir a albergues, muchos responden con desconfianza debido a experiencias previas de inseguridad y robos. “Solo pedimos una alternativa digna”, afirman algunos afectados entrevistados por la prensa.
Personal de limpieza del aeropuerto reconoce al medio que las personas sin hogar “se conocen el aeropuerto mejor que los trabajadores”, y aunque algunas puertas han sido forzadas para intentar ingresar, hasta ahora no se han reportado incidentes graves tras la implementación del sistema.
Sin embargo, la situación expone la falta de alternativas habitacionales frente a una medida que prioriza el control sobre el acceso sin resolver el problema de fondo.