Una organización dedicada a la trata de personas y la explotación laboral ilegal ha sido desarticulada en el Estado español. El grupo explotaba de manera irregular a obreras de origen vietnamita y filipino en salones de manicura.
Según la información disponible, la red tenía bajo su control a al menos 23 mujeres, obligándolas a trabajar en condiciones de esclavitud en Bizkaia, Alacant, Barcelona, Illes Balears y Sevilla.
Tal y como recoge El País y confirman fuentes policiales, las víctimas eran forzadas a trabajar diez horas diarias, siete días a la semana, sin recibir ningún salario.
Se les decía que tenían una “deuda” de hasta 20.000 euros con la organización y que “no cobrarían hasta saldarla”. El itinerario de captación comenzaba en Asia (principalmente en Vietnam), desde donde las trasladaban a Europa, primero a Hungría.
Allí les proporcionaban permisos de residencia y trabajo falsificados antes de llevarlas al Estado español para la explotación laboral ilegal.
La red alojaba a las víctimas en viviendas controladas mediante cámaras de videovigilancia. Para mantener la apariencia de legalidad, las inscribían en escuelas de idiomas y tramitaban permisos de estancia por estudios, aunque nunca asistían a clase.
La Policía Nacional española ha detenido a 14 personas relacionadas con la organización, incluidos los supuestos responsables. Entre los arrestados hay tres españoles, un estadounidense y varios vietnamitas. Una de las responsables ha ingresado en prisión provisional.
La operación ha sacado a la luz un caso flagrante de explotación laboral ilegal y trata de seres humanos en el sector de la estética en el Estado español.