Los hermanos Mikhail y Aleksandr Kononovich, conocidos militantes comunistas y antifascistas ucranianos, fueron detenidos el jueves 22 de mayo en Kiev por la policía ucraniana, que los trasladó a un Centro Territorial de Reclutamiento (TCC) con el objetivo de enviarlos forzosamente al frente de guerra, según informaron los afectados en un vídeo difundido en redes sociales.
Ambos se encontraban bajo arresto domiciliario desde marzo de 2022, con pulseras de localización remota y prohibición expresa de abandonar la zona designada por las autoridades militares, en el marco de un proceso judicial abierto tras su detención por motivos políticos.
La nueva detención se produjo cuando los hermanos Kononovich salían de una tienda, momento en el que un operativo policial alegó que estaban siendo buscados como “evasores del servicio militar”.
Según su propio testimonio grabado y difundido antes de perder la comunicación, “el régimen de Zelensky quiere matarnos. Quieren enviarnos al frente y entonces no habrá necesidad de demostrar nada, seamos culpables o no, a nadie le importará”.
La defensa de los hermanos, que aseguran que “los van a hacer desaparecer”, denunció la detención ante las autoridades. Inmediatamente, también fue arrestada y trasladada a otra oficina de reclutamiento militar.
Diversas organizaciones denuncian internacionalmente que esta detención se suma a tres años de irregularidades judiciales y persecución política contra ambos militantes, que han enfrentado procesos paralizados y acusaciones no demostradas.
Varias organizaciones solidarias han realizado un llamamiento internacional para la liberación inmediata de los hermanos Kononovich y la garantía de su seguridad personal, señalando que “su vida corre peligro tanto si intentan huir del país como si son enviados al frente o a prisión”, y denuncia “los intentos del régimen ucraniano de acabar con la militancia comunista mediante represión, secuestros y desapariciones forzosas”.