El pasado 21 de mayo, un grupo de personas migrantes alojadas en el Hotel Andarax de Aguadulce (Roquetas de Mar, Almería) protagonizó una protesta por el intento de traslado forzoso de uno de los usuarios.
El joven senegalés afectado, según recoge el atestado al que accedió Diario de Almería, se negó a abandonar su habitación tras ser notificado de su expulsión del centro, lo que desencadenó una intervención de nueve patrullas de la Guardia Civil y la Policía Local.
Otros alojados mostraron solidaridad con el compañero que iba a ser expulsado y opusieron resistencia. Según informa la prensa local, los agentes se habrían refugiado en una habitación hasta recibir refuerzos. Finalmente, detuvieron el joven y lo trasladaron a dependencias policiales.
Medios locales y otros diarios vinculados a la derecha aseguran que otros residentes habrían causado daños materiales, en protesta por su situación.
Este episodio se suma a otros dos incidentes registrados desde enero en el mismo establecimiento, que acoge a unas 200 personas trasladadas desde Canarias bajo la tutela de la ONG Accem.
El primero tuvo lugar el 11 de enero, cuando varias patrullas acudieron al hotel tras una protesta relacionada con la comida insuficiente en el establecimiento y la falta de conexión wifi, que les impide comunicarse con sus familias o realizar gestiones básicas.
En mayo, otro grupo se manifestó con pancartas y gritos exigiendo “papeles y trabajo”, sin que se produjeran arrestos. Las protestas, según el propio personal del programa citado por Diario de Almería, también están relacionadas con la prolongación de unas estancias que los propios migrantes consideran arbitrarias y sin información clara.
El subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, ha negado la existencia de “un patrón conflictivo” al que apuntan desde sectores políticos y mediáticos conservadores y ultraderechistas.
Sin embargo, las condiciones de vida en de las personas que residen en el Hotel Andarax han provocado ya varias protestas y tres episodios de represión.
El llamado “sistema de acogida humanitaria” fue ampliado a partir de octubre de 2023, cuando el Ministerio de Inclusión del Gobierno español trasladó a 321 personas desde Canarias al hotel Alegría de El Toyo.
Actualmente, también hay centros operativos en El Ejido, Roquetas y Almería capital, bajo la gestión de entidades como Cruz Roja, Accem y Cepaim-Almería Acoge. Madrid mantiene que se trata de un modelo “flexible” que “adapta los recursos a la demanda”, aunque los hechos muestran la tensión en el terreno.