La UPM colabora con entidades vinculadas al sector militar israelí en proyectos financiados por la UE

RUxP y Acampada x Palestina denuncian que la Universidad Politécnica de Madrid participa en al menos 13 proyectos con empresas e instituciones israelíes, varias vinculadas a la industria militar.

Rectorado de la Universidad Politécnica de Madrid.
Foto: vía El Español

La Universidad Politécnica de Madrid (UPM) mantiene colaboraciones con múltiples entidades israelíes a través de proyectos financiados por la Unión Europea, algunos de los cuales están vinculados al desarrollo de tecnologías militares. Según un informe publicado por la Red Universitaria por Palestina (RUxP), elaborado a partir de fuentes públicas de la propia universidad y del portal de financiación europea Horizon Europe, la UPM participa en al menos 13 proyectos internacionales en los que están implicadas empresas o instituciones israelíes.

Entre los proyectos activos figura HERA, centrado en la aviación ecológica, en el que colabora Israel Aerospace Industries LTD, una empresa vinculada al desarrollo de armamento. Esta entidad ha recibido 281.300 euros de fondos europeos.

También destaca LUCIA, sobre investigación en cáncer de pulmón, coordinado por el Instituto de Tecnología Technion, pero el cual mantiene relaciones con el ejército israelí (IDF), y ha recibido más de 2,6 millones de euros.

En el ámbito de la “seguridad” y vigilancia, el proyecto POLIIICE, vigente hasta 2025, cuenta con la participación de Libereu Entepreneurship LTD y Somekh Chaikin Partnership, que han recibido en conjunto 734.000 euros.

Otros proyectos en los que ha participado la UPM incluyen AUGGMED, centrado en entrenamiento de fuerzas policiales con realidad virtual, con la colaboración de ISRA-TEAM 98 LTD (361.518 euros), y TRIVALENT, sobre prevención del “terrorismo”, en el que participó la Universidad de Reichman (187.500 euros).

En el ámbito aeroespacial, GAM-2020-AIR contó también con la participación de Israel Aerospace Industries LTD, que recibió más de 3,1 millones de euros. También se identifican colaboraciones con entidades como la Universidad de Tel Aviv, Stratasys LTD, Mellanoz Technologies LTD y Red Hat Israel LTD en diversos proyectos tecnológicos.

Además de los proyectos internacionales, la UPM participa en el programa de movilidad Global E3, que incluye entre sus miembros al Instituto Technion, y mantiene varias cátedras y convenios con empresas que colaboran o han desarrollado tecnología junto a entidades israelíes.

Es el caso de la Cátedra OESIA-ETSISI, cuyo grupo empresarial ha participado en la fabricación de misiles Patriot y en componentes del misil antitanque Spike, ambos utilizados por el ejército israelí. También destacan las cátedras de Airbus e Indra, empresas que han desarrollado proyectos con Israel Aerospace Industries e Intracom, y el Ministerio de Defensa, que ha firmado contratos con la filial española de Rafael Advanced Defense Systems por valor de 287,5 millones de euros en misiles Spike.

RUxP también menciona al Banco Santander, con el que la UPM mantiene un convenio, y que ha realizado inversiones en startups tecnológicas israelíes lideradas por exmiembros de la unidad 8200 del ejército israelí, como Ermetic y Noname.

El documento señala además que otras cátedras vinculadas a la universidad están asociadas con empresas como Telefónica, Repsol, Iberia, Navantia, ITP Aero, entre otras, algunas de las cuales también mantienen vínculos comerciales o tecnológicos con entidades israelíes. Todas las cifras provienen de registros públicos de proyectos europeos y documentación institucional de la UPM.

La punta del iceberg

Fuentes de Acampada x Palestina consultadas por DIARIO SOCIALISTA explican que, salvo los proyectos de “software antiterrorista”, la mayoría de contratos revelados no desarrollan tecnología militar de forma directa o al menos no hay forma de saberlo con los datos públicos disponibles. Los proyectos de aeronáutica, por ejemplo, son de “uso dual”, por lo que queda encubierto qué parte de la tecnología de los aviones está destinada a uso militar y a causar la muerte de palestinos.

Por otro lado, otros proyectos muestran partidas presupuestarias para proyectos conjuntos con empresas israelíes que de venden con la etiqueta testado en combate. “Es decir, si bien un millón de euros puede ser para investigar el cáncer de pulmón, sigue siendo para la misma industria y los mismos centros que están participando activamente en el genocidio”, explican desde Acampada x Palestina.

El informe muestra también una serie de contratos que ya finalizaron, lo que el colectivo universitario considera “extraño” que se anuncien recientemente. Sin embargo, Acampada x Palestina denuncia que “no hay información transparente en este tipo de contratos, y precisamente los más involucrados con la industria de la guerra son los que menos información ofrecen”.

Esto se debería a las cláusulas “seguridad” que firma la universidad con las empresas en cuestión. Por ello, una de las demandas clave que está negociando RUxP con la UPM es, precisamente, que se abra la información de esos contratos para saber hasta qué punto está implicada la universidad en el genocidio.