México ha registrado en 2024 su quinto año consecutivo de mejora en los “niveles de paz”, según el último Índice de Paz México (MPI) elaborado por el Institute for Economics & Peace (IEP).
El informe revela que “la paz” mejoró un 0,7% respecto al año anterior, con 18 estados mostrando avances y 14 experimentando retrocesos. Sin embargo, el país sigue siendo un 13,4% menos pacífico que en 2015, y muchos indicadores clave de violencia siguen muy por encima de los niveles de hace una década.
Colima se mantiene como el estado más violento de México por tercer año seguido, con una tasa de homicidios que supera los 100 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
Le siguen Guanajuato, Morelos, Baja California y Quintana Roo. En el extremo opuesto, Yucatán conserva su posición como el estado más tranquilo del país por octavo año consecutivo, en cuanto a incidencia de actos de violencia.
El informe destaca que el principal motor de la violencia proviene de lo que se categoriza como “crimen organizado”, es decir, grupos armados no estatales o paraestatales estrechamente ligados al narcotráfico y a la demanda de drogas sintéticas en Estados Unidos.
Desde 2007, los homicidios vinculados a estas organizaciones se han multiplicado por seis, alcanzando unos 18.000 al año. Además, la violencia estrechamente vinculada a la política alcanzó un récord en 2024, año electoral, con al menos 201 asesinatos por motivación política directa, la mayoría a nivel municipal.
Otros datos preocupantes son el aumento de las desapariciones —más de 292.000 personas desde 2010, la mitad en los últimos seis años— y el hallazgo de fosas clandestinas, especialmente en Jalisco. El costo económico de la violencia también es enorme: en 2024 ascendió a 4,5 billones de pesos, el 18% del PIB nacional.
El informe subraya que, aunque la tendencia reciente es aparentemente “positiva”, la percepción de inseguridad sigue siendo muy alta: el 74% de los mexicanos considera que vive en un estado inseguro y más de la mitad ve la delincuencia como la mayor amenaza a su vida diaria. Sin embargo, el IEP advierte la impunidad y la debilidad del Estado siguen siendo factores clave detrás de la violencia.
