El Gobierno de la República Islámica de Irán ha confirmado este lunes que ha recibido una propuesta escrita de los Estados Unidos de América sobre un posible acuerdo nuclear, entregada el sábado por el ministro de Exteriores de Omán, Badr bin Hamad al Busaidi, durante una visita oficial a Teherán.
El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Esmail Baghaei, declaró que la propuesta será “examinada y respondida de forma adecuada y en consonancia con los intereses nacionales”. Sin embargo, ha lanzado un claro mensaje a los americanos: “Recibir un texto no significa su aceptación, ni siquiera implica que sea aceptable”, según han recogido la agencia oficial IRNA y la agencia EFE.
El funcionario añadió que Irán no aceptará “ningún texto que contenga exigencias radicales o maximalistas”, y reiteró que su país seguirá enriqueciendo uranio “con fines pacíficos”.
Además, Baghaei exigió a Washington explicaciones precisas sobre “cómo y a través de qué mecanismo” se levantarían las sanciones, insistiendo en que “la parte estadounidense aún no ha proporcionado la claridad necesaria al respecto”.
Según Al Jazeera, Irán reclama garantías sobre “el final real de las sanciones”, un punto que ha generado escepticismo entre los líderes iraníes, incluido el ayatolá Ali Jameneí.
Mientras tanto, fuentes anónimas citadas por The New York Times y Reuters apuntan a que Teherán podría estar preparando una “respuesta negativa” a la propuesta estadounidense, al considerarla un “non-starter” por no ofrecer una flexibilización sobre el enriquecimiento de uranio ni un plan detallado para la retirada de sanciones.
La oferta de Washington llegó poco después de que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) publicara un informe señalando que Irán ha aumentado casi un 50% su producción de uranio enriquecido al 60%, acercándose al 90% requerido para uso militar.
Baghaei calificó dicho informe de “parcial” y acusó a países occidentales de presionar al organismo contra los intereses iraníes. En paralelo, el enviado estadounidense Steve Witkoff sostuvo que el “cero enriquecimiento” sigue siendo una “línea roja” para la administración Trump.
Desde el 12 de abril, ambos países han mantenido cinco rondas de contactos indirectos en Omán, sin avances sustantivos, y sin fecha aún para una nueva reunión.