La Federación Rusa está produciendo actualmente alrededor de tres millones de proyectiles de artillería al año, una cifra que triplica la capacidad conjunta de Estados Unidos y Europa, según estimaciones de inteligencia de la OTAN recogidas por CNN y declaraciones de altos responsables aliados.
Un alto funcionario de la organización señaló que “Rusia parece estar en camino de producir casi tres veces más municiones de artillería que Estados Unidos y Europa”, mientras que Javier Colomina, representante especial del secretario general de la OTAN para el sur, afirmó en marzo que “Rusia produce más munición en tres meses que Europa y Estados Unidos en un año”.
Estas cifras reflejan que, mientras Rusia fabrica unos 250.000 proyectiles al mes, la producción anual combinada de Estados Unidos y Europa ronda los 1,2 millones de unidades, según datos de inteligencia occidental.
Además, Moscú ha reforzado su arsenal con importaciones de munición procedentes de Corea del Norte e Irán, lo que le permite mantener un ritmo de fuego diario muy superior al ucraniano: unos 10.000 proyectiles rusos frente a los 2.000 disparados por Ucrania, que depende exclusivamente del suministro occidental.
La superioridad productiva rusa en artillería convencional se ha convertido en un factor determinante en el conflicto de Ucrania, según fuentes de la OTAN.
Los responsables aliados advierten de que esta brecha industrial supone un desafío estratégico para el apoyo occidental a Kiev y subrayan “la necesidad de acelerar el ritmo de fabricación en Europa y Estados Unidos para equilibrar la situación en el frente”.
Más, y más barato
Además de la superioridad de escala de producción industrial de artillería, las cifras sobre el coste de los proyectiles reflejan un desequilibrio considerable. Cifras basadas en estimaciones de contratos públicos y análisis de mercado aseguran que para los proyectiles estándar de 155 mm de la OTAN, el precio suele situarse entre 3.000 y 5.500 dólares por unidad, según los contratos recientes de adquisición a gran escala por parte de Estados Unidos y países europeos.
En el caso de Rusia, los análisis occidentales y fuentes especializadas estiman que el coste de un proyectil de 152 mm se encuentra en un rango de 400 a 1.000 dólares, debido a menores costes laborales y estándares industriales. Aunque estas cifras pueden variar según el tipo de proyectil, el volumen del pedido y el contexto de producción, la diferencia de costes entre ambos sistemas es significativa y ampliamente reconocida por expertos y organismos internacionales.