Este miércoles, el Sindicato Socialista de Vivienda de Iruñerria ha logrado frenar un desahucio previsto en el Casco Viejo en la capital navarra, en el que una mujer gravemente enferma, Ana Belén, y su pareja iban a ser expulsadas de su vivienda.
“Querían que este desahucio se realizara en silencio. Pero, una vez más, hemos demostrado que con organización y lucha se puede impedir que la legalidad burguesa expulse a una persona de su casa”, ha declarado una portavoz del sindicato al comunicar la suspensión.
Según recuerda la organización, Ana Belén reside en régimen de alquiler en ese piso desde 2016, en un edificio propiedad de dos hermanos que poseen, además, al menos otros diez inmuebles.
La convocatoria para frenar el desahucio fue lanzada por el sindicato, que ha logrado reunir desde las 07:30 a una multitud frente al portal número 17 de la calle San Lorenzo.
Con pancartas en contra de todos los desahucios y del negocio inmobiliario, se han coreado consignas durante toda la mañana. La Policía Nacional española ha llegado sobre las 08:00 y la comisión judicial pasadas las 09:00.
Según testigos y portavoces del sindicato, se han producido momentos de tensión durante el diálogo con la comisión, mientras decenas de personas permanecían concentradas firmemente en el portal para impedir el desahucio.
Finalmente, hacia las 10:15, el sindicato ha anunciado que la movilización ha tenido éxito y el desahucio se ha suspendido. “Que quede claro: si no nos hubiéramos reunido aquí, no habríamos conseguido parar el desahucio”, ha dicho una portavoz de la organización.
Aunque no se ha especificado cuánto tiempo durará esta paralización, el Sindicato Socialista de Vivienda ha subrayado la necesidad de continuar fortaleciendo la organización y la lucha para lograr más victorias como esta: “Hoy se ha conseguido parar el golpe, pero el conflicto sigue abierto. El proceso judicial sigue en marcha y pronto podría llegar una nueva fecha de desahucio”.
Desde el Sindicato Socialista de Vivienda de Iruñerria, exigen la paralización definitiva del proceso y una solución habitacional estable para su compañera. “Seguiremos vigilantes, organizadas y movilizadas”, avierte el sindicato.
Finalmente, concluyen su agradecimiento a las personas que han acudido a la convocatoria desde el punto de la mañana para mostrar solidaridad con Ana Belén poniendo sus cuerpos y también a la librería Katakrak por haber gestionado, como en cada desahucio que ocurre en Iruñerria, el desayuno.










