El pasado 4 de junio, trabajadores portuarios afiliados al sindicato Confédération Générale du Travail (CGT) en el puerto de Marsella-Fos, al sur del Estado francés, se negaron a cargar un contenedor con material militar destinado a la Palestina ocupada por el Estado de Israel.
Según el comunicado emitido por la CGT, el cargamento incluía 19 cajas de repuestos para fusiles fabricados por la empresa Eurolinks y tenía como destino el puerto de Haifa (Palestina).
Los estibadores, tras identificar el material y notificarlo a la empresa y a las autoridades, declararon que “el puerto de Marseille-Fos no debe servir para alimentar al ejército israelí” y reiteraron su rechazo a participar en el envío de armas en el contexto del genocidio en Gaza.
La decisión se produjo tras la publicación de una investigación de Disclose, que reveló el envío de 14 toneladas de componentes militares desde Fos-sur-Mer a Israel, ordenados por Israel Military Industries (IMI), filial de la compañía armamentística sionista Elbit Systems.
Este envío es el tercero documentado en 2025, tras los realizados el 3 de abril y el 22 de mayo, e incluye piezas compatibles con ametralladoras pesadas utilizadas por el ejército de ocupación israelí en Gaza.
La CGT ha reivindicado “la paz entre los pueblos”, su oposición a todas las guerras del mundo y a la explotación capitalista. Anteriormente, trabajadores sindicalizados en la CGT bloquearon de envíos de armas a Arabia Saudí en 2019, en solidaridad con Yemen. En abril de 2025, lograron la paralización del atraque del buque Nexoe Maersk por sospechas de transporte de material militar a la Palestina ocupada.

Esta acción de desobediencia de los estibadores marselleses forma parte de un movimiento solidario internacional, que vuelve a demostrar ante el mundo el poder de los trabajadores organizados. Casos similares se han registrado en los puertos de Barcelona (2023) y Livorno (2021).
El secretario general de la CGT declara que “es inaceptable que los trabajadores portuarios sindicalizados sean quienes se vean obligados a defender los principios fundamentales del derecho internacional y los valores franceses”, y exige al Gobierno francés que bloquee todas las entregas de armamento con destino a la Palestina ocupada.
Estas protestas se producen en un contexto de creciente rechazo social en Europa al suministro de armas para el genocidio en Palestina y ante el elevado número de víctimas en Gaza, donde, según el Ministerio de Salud local, han confirmado más de 54.600 personas asesinadas desde octubre de 2023.