El senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay, del partido Centro Democrático, permanece en estado de “máxima gravedad” y con pronóstico “reservado” tras recibir dos disparos durante un acto político celebrado el sábado 7 de junio en el barrio de Fontibón, en el oeste de Bogotá (Colombia).
El ataque habría sido perpetrado por un joven de 15 años que se encontraba entre los asistentes y que fue detenido en el lugar por las autoridades. Uribe Turbay ha sido sometido a dos operaciones en la Fundación Santa Fe de Bogotá, uno de los centros médicos más prestigiosos del país.
Tras el tiroteo, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, anunció que el Gobierno colombiano maneja tres hipótesis sobre los motivos del ataque: “que el atentado estuviera dirigido específicamente contra Uribe Turbay”, “que estuviera relacionado con su actividad política y su partido”, o que “buscara desestabilizar al Gobierno nacional mediante atentados contra miembros de la oposición”.
“No se puede determinar o desvirtuar alguna de ellas”, declaraba Sánchez Suárez tras un consejo extraordinario de seguridad en el que participó el presidente Gustavo Petro.
El ataque armado ha provocado una condena unánime de todos los partidos políticos y ha reavivado la preocupación por la violencia electoral en Colombia, a menos de un año de las elecciones legislativas y presidenciales.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, ha anunciado una reunión entre el presidente Petro y los líderes de los partidos para “abordar las garantías electorales”. Las autoridades han pedido “evitar especulaciones y discursos de odio en redes sociales”, mientras la Policía y la Fiscalía mantienen abiertas las investigaciones para esclarecer el caso.
Según relata Noticias Uno el padre del menor estaría en Europa para combatir como mercenario en Ucrania.
