Tras el ataque masivo con drones del lunes, las fuerzas armadas de Rusia han intensificado sus ataques aéreos sobre Ucrania, centrándose especialmente en Kiev y Odesa.
Según la Fuerza Aérea ucraniana, durante la última noche se emplearon 315 drones (250 de ellos kamikaze Shahed) y siete misiles, dirigidos principalmente contra la capital.
Las defensas ucranianas afirman haber destruido o neutralizado 284 drones y todos los misiles lanzados. En Odesa, al menos dos personas han fallecido por los ataques y varias han resultado heridas. Además, Kiev registra heridos por la caída de fragmentos de drones y misiles interceptados.
El presidente Volodimir Zelensky ha denunciado que “entre los objetivos alcanzados estaba una maternidad en Odesa”, según información recogida por Deutsche Welle y medios locales ucranianos.
En paralelo, las defensas rusas informan haber derribado 102 drones ucranianos durante la misma noche, principalmente sobre regiones fronterizas y en la República de Tatarstán, según agencias rusas.
Esta escalada se produce tras el ataque del lunes, en el que Rusia lanzó 479 drones Shahed de fabricación rusa, de los cuales 277 fueron derribados y otros 183 neutralizados por interferencias electrónicas, además de múltiples misiles, según el parte oficial de la Fuerza Aérea ucraniana citado por DW.
La intensidad de los ataques ha llevado a Polonia a mantener sus sistemas de defensa aérea en máxima alerta, operando cazas de combate en espacio aéreo polaco en respuesta a la proximidad de los ataques rusos a territorio ucraniano.
