El presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, ha ordenado el despliegue temporal de 700 marines y 2.000 efectivos adicionales de la Guardia Nacional en Los Ángeles, elevando así el número total de militares en la ciudad a más de 4.000.
Según el Pentágono, la activación de los marines tiene como objetivo “proporcionar al dispositivo un número suficiente de efectivos para brindar cobertura continua” durante las protestas contra las redadas migratorias y hasta la llegada de refuerzos de la Guardia Nacional.
El despliegue ha sido anunciado tras cuatro días consecutivos de protestas, en las que manifestantes se congregaron frente a un centro de detención federal en el centro de la ciudad, y se han registrado enfrentamientos con la policía, que está empleando gases y municiones de control de multitudes, según recogen las agencias internacionales.
El gobernador de California, Gavin Newsom, criticó la medida, denunciando que “esto no se trata de seguridad pública” sino de “halagar el ego” del presidente Trump.
Newsom también afirma que los soldados desplegados se encuentran en “condiciones de hacinamiento”, sin comida ni agua, y que “solo unos 300 están desplegados; el resto está inactivo, sin uso, en edificios federales sin órdenes”.
Por su parte, el fiscal general de California, Rob Bonta, ha presentado una demanda contra el Gobierno federal, alegando que la decisión “abusa de la autoridad del Gobierno federal y viola la Décima Enmienda” de la Constitución.
El presidente Trump defiende el despliegue argumentando que “es necesario para evitar más violencia” y respalda la sugerencia de su asesor Tom Homan de arrestar al gobernador Newsom, según declaraciones recogidas por RTVE.
Las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) se reanudaron este lunes en Los Ángeles, con múltiples operativos y arrestos reportados en distintas partes del condado. La congresista Nanette Barragán advirtió en CNN que estos operativos continuarán al menos durante 30 días.
Las protestas, que han tenido réplicas en ciudades como Atlanta, Boston, Chicago, Nueva York y San Francisco, se producen en el contexto de la promesa de Trump de deportar a un número récord de personas y de establecer para ICE la meta diaria de arrestar al menos a 3.000 personas migrantes.
En Nueva York, las autoridades detuvieron a 24 personas durante una manifestación en la Torre Trump, según información confirmada por las agencias.
