Elon Musk ha manifestado su “arrepentimiento” por las críticas vertidas contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la red social X. “Lamento algunos de mis mensajes sobre el presidente @realDonaldTrump la semana pasada. Fueron demasiado lejos”, ha escrito el empresario en su propia red social.
Este “mea culpa” llega tras una semana de creciente tensión entre ambos, iniciada por las críticas de Musk al proyecto de ley fiscal de Trump, al que calificó de “abominación repugnante”.
La escalada verbal llevó a Trump a amenazar con rescindir los contratos federales de SpaceX y Tesla, ambas empresas de Musk. Durante la disputa, Musk llegó a insinuar una relación entre Trump y el fallecido Jeffrey Epstein, un mensaje que posteriormente borró.
Aunque no ha especificado qué mensajes lamenta, la rectificación de Musk podría interpretarse como un intento de rebajar la tensión y evitar posibles represalias.
Las acciones de Tesla han experimentado una ligera subida tras el mensaje de arrepentimiento, según reporta Infobae.
Por el momento, Trump ha declarado que su relación con Musk “está rota” y que no tiene intención de restaurarla, según relata El País.
La mano que da de comer
Gran parte del éxito empresarial del oligarca en Estados Unidos depende de contratos y subvenciones federales. Solo SpaceX ha recibido o tiene comprometidos más de 20.000 millones de dólares en contratos gubernamentales, principalmente con la NASA y el Departamento de Defensa, para servicios que van desde el transporte de astronautas y carga a la Estación Espacial Internacional hasta el desarrollo de tecnología para misiones lunares y el lanzamiento de satélites militares.
En abril de 2025, SpaceX firmó un acuerdo por 5.900 millones de dólares con la Fuerza Espacial estadounidense, y en 2021 la NASA adjudicó a la compañía otro por 2.890 millones para el programa lunar Starship.
Además, las políticas federales bajo la administración Trump han priorizado la contratación de proveedores espaciales comerciales, lo que ha beneficiado directamente a las empresas de Musk. Tesla y Starlink también han recibido subvenciones públicas millonarias y contratos por servicios de energía e internet, lo que refuerza la dependencia de Musk de los fondos y apoyos del gobierno federal estadounidense.