La Unión Europea, el Reino Unido y el Estado español han anunciado este miércoles un acuerdo político que pone fin a la situación de incertidumbre en la que quedó Gibraltar tras el Brexit.
El pacto, calificado de “histórico” por el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, y el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, permitirá eliminar la actual frontera física —conocida popularmente como “la Verja”— que separa el Estado español y el Peñón desde hace décadas.
Con este acuerdo, las personas y mercancías podrán circular libremente entre Gibraltar y el Estado español, sin los controles y colas habituales en la frontera.
Además, Gibraltar pasará a formar parte del espacio Schengen, lo que significa que quienes entren en el Peñón desde el Estado español ya no tendrán que pasar controles fronterizos como hasta ahora.
Los controles de entrada se trasladarán al puerto y al aeropuerto de Gibraltar, y serán gestionados inicialmente por la Agencia Europea de Fronteras (Frontex). Esta solución evita la presencia directa de policía española en el Peñón, una cuestión sensible en las negociaciones, según Europa Press.
El acuerdo llega después de casi cinco años de negociaciones y supone, a efectos prácticos, la normalización de la vida diaria de miles de personas que cruzan a diario entre Gibraltar y el Estado español por motivos de trabajo, familia o turismo. También refuerza la cooperación económica y la relación entre el Peñón, el Estado español y la Unión Europea.
Mientras en Gibraltar se elimina la frontera y se facilita la libre circulación, la realidad es muy diferente a pocos kilómetros, en la frontera entre el Estado español y el Reino de Marruecos, en Ceuta y Melilla. Allí, los controles siguen siendo estrictos y miles de personas enfrentan a diario largas esperas, restricciones y, en muchos casos, situaciones de tensión o intentos de salto de la valla, arriesgando la vida.