Segunda noche de linchamientos racistas en Irlanda del Norte

Grupos racistas incendian las calles y atacan a extranjeros en la localidad de Ballymena tras una denuncia por agresión sexual.

Un migrante filipino en Irlanda del Norte muestra su coche calcinado tras los disturbios racistas.
Foto: @Taj_Ali1 (X)

La localidad norirlandesa de Ballymena vivió ayer su segunda noche consecutiva de disturbios antiinmigrantes, con cientos de manifestantes lanzando artefactos incendiarios, piedras y otros objetos contra la policía, que respondió con cañones de agua y balas de goma para dispersar a la multitud.

Sin embargo, los incidentes provocaron sobre todo incendios en viviendas, coches y barricadas, así como daños en comercios y domicilios particulares, según recoge Al Jazeera.

La tensión estalló el lunes, como es habitual, tras una supuesta “vigilia pacífica ciudadana”, donde el apoyo a la víctima de una agresión sexual ocurrida el sábado fue instrumentalizado para instigar el odio racial. Dos adolescentes de origen rumano fueron acusados de intento de violación y comparecieron ante el tribunal con ayuda de un intérprete, lo que avivó el clima de hostilidad hacia la comunidad migrante.

Según la policía, parte de los asistentes se separó de la protesta y comenzó a levantar barricadas y atacar propiedades, en lo que las autoridades han calificado de “violencia claramente motivada por el racismo” y “pura delincuencia racista”.

El alcalde de Ballymena y la policía han pedido calma, mientras que residentes y testigos describen el ambiente como “aterrador” y denuncian que los ataques han estado dirigidos a extranjeros.

Ballymena es en una localidad de mayoría protestante. Según el censo de 2021, el 59,5% de la población del lugar pertenece o fue criada en el protestantismo u otras ramas cristianas no católicas, mientras que el 27,4% pertenece o fue criada en el catolicismo. Por tanto, el contexto social predominante en Ballymena es protestante y unionista.