Las fuerzas de policiales egipcias han detenido y deportado a más de 200 activistas de diversas nacionalidades que habían llegado a El Cairo para participar en la Marcha Global a Gaza, una iniciativa internacional que exige el fin del bloqueo y la crisis humanitaria en la Franja.
Según fuentes de la organización y medios como Público y El Salto, las detenciones se han producido tanto en el aeropuerto como en hoteles de la capital egipcia, afectando a ciudadanos de países árabes y europeos.
A las 5 de la mañana del 12 de junio, el número de personas en proceso de deportación ascendía a 170, aunque otras fuentes elevan la cifra a más de 200.
Entre los detenidos se encuentran el toledano Julio Linares Carrascosa y dos activistas vascas, que han denunciado condiciones precarias durante su retención en el aeropuerto, según el testimonio de Ana Cascón Soriano recogido por elDiario.es.
Un grupo de toledanos ha sido liberado tras varias horas incomunicados, sin alimento ni bebida, según confirmaron a Encastillalamancha y Cadena SER.
La organización de la Marcha Global a Gaza denuncia en un comunicado que las detenciones afectan a participantes de Argelia, Túnez, Alemania, Marruecos, Australia, el Estado francés y Turquía, y exige a Egipto la liberación de los arrestados y “el respeto a su derecho a manifestarse pacíficamente”.
El Ministerio de Exteriores egipcio ha justificado las deportaciones alegando que “la movilización no contaba con la aprobación previa” exigida para delegaciones extranjeras en la frontera con Gaza, y ha advertido que solo permitirá acciones “siguiendo los canales oficiales establecidos desde el inicio de la guerra”.
Los organizadores insisten en que “todos hemos cumplido con todos los requisitos legales de las autoridades egipcias” y aseguran que la marcha continuará pese a los retrasos y expulsiones.