Este jueves 12 de junio ha comenzado en El Cairo la Marcha Global a Gaza, una movilización internacional que reúne a miles de activistas, representantes de organizaciones humanitarias y delegaciones de más de 50 países, con el objetivo de llegar hasta el paso fronterizo de Rafah y exigir la apertura del corredor humanitario hacia la Franja de Gaza.
La marcha, coordinada por una coalición de más de 150 organizaciones civiles y sindicatos, se dirige a pie desde El Cairo hasta El Arish y posteriormente hasta Rafah, donde los participantes prevén acampar durante varios días para visibilizar la situación crítica de la población gazatí y presionar a las autoridades egipcias e israelíes para permitir la entrada de más de 3.000 camiones de ayuda humanitaria actualmente bloqueados.
El Ministerio de Exteriores de Egipto ha reiterado que “solo permitirá el avance de la marcha si se siguen los canales oficiales y se obtiene la autorización previa”, subrayando que el acceso al norte del Sinaí y al cruce de Rafah “está restringido para extranjeros sin permiso expreso”.
Los organizadores confían en que “la presión internacional y la presencia de figuras públicas y representantes de derechos humanos ayuden a negociar la apertura del paso”, en un contexto en el que la ONU alerta de hambruna severa y colapso sanitario en Gaza, y organizaciones civiles denuncian la destrucción sistemática de infraestructuras y el asesinato sistemático de miles de palestinos.
La Marcha Global a Gaza se autodefine como “un movimiento cívico, pacífico e independiente, sin afiliación partidista ni religiosa”, cuyo único objetivo es “romper el bloqueo, exigir justicia y garantizar la entrada de ayuda humanitaria”.
Además de la movilización en Egipto, se han convocado protestas simultáneas en ciudades de todo el mundo para reclamar el fin del bloqueo y la protección de la Franja de Gaza.
