En los últimos días, se han llevado a cabo algunas movilizaciones reaccionarias en Marcilla (Nafarroa) para señalar a personas migrantes. Aprovechando los altercados ocurridos en torno a un Centro de Observación y Acogida de menores (COA), se ha evidenciado una reacción racista en el municipio: los jóvenes del centro han sido puestos en el punto de mira, criminalizando a los adolescentes de origen magrebí y exigiendo el cierre del centro mediante protestas.
Según recoge el Diario de Navarra, el Gobierno de Navarra ha anunciado que de las 94 personas que actualmente residen en el centro de Marcilla, unas 50 serán trasladadas. Sin embargo, vecinos consultados por el citado diario consideran que esta medida es “insuficiente” y reclaman acciones represivas adicionales contra los jóvenes: “Siguen saliendo solos, como quieren, nadie les pone orden… La solución es cerrar el centro. Lo siento por esos chicos, pero son demasiados”.
El centro para menores, ubicado en un edificio que en su día fue un convento, se abrió en Marcilla en 2019 tras su adecuación.
Caldo de cultivo para la extrema derecha
Como ocurre en otros lugares, grupos fascistas están interviniendo en Marcilla y aprovechando la situación para difundir mensajes de odio racista e incitar a la violencia entre los vecinos. Vox y Núcleo Nacional ya han hecho acto de presencia. Vox Navarra publicó el domingo en la red social X que participó en la manifestación de Marcilla “a favor del cierre del centro de MENAS”.
Además, reclamó el cierre de todos los centros de menores. Por su parte, un miembro de Núcleo Nacional también comunicó en esa red social que estuvieron en Marcilla el viernes: “NN apoya al pueblo de Marcilla”.
Prohibición de recursos públicos municipales a los jóvenes
En cuanto al Ayuntamiento de Marcilla (PSN), ha prohibido a los jóvenes del centro el uso de servicios públicos, con el respaldo de la dirección del centro. “Se les ha impedido utilizar instalaciones como la piscina municipal, incluso pagando la entrada y sin causar incidentes. Tampoco se les permite ir al campo de fútbol ni circular libremente por el municipio, sin resolución judicial ni base legal”, denuncian los trabajadores del centro.
Comunicado de los trabajadores del centro
Ante esta situación, el personal del centro de Marcilla ha emitido un comunicado mostrando su “profunda preocupación” por el aumento de la tensión social, el deterioro de la convivencia y la imagen distorsionada que se está difundiendo tanto sobre los menores acogidos como sobre el trabajo profesional que realizan en el centro.
Consideran “desproporcionada” la reacción en el municipio y subrayan que los adolescentes del centro están sufriendo amenazas, mensajes de odio y agresiones verbales y físicas. “Los menores que viven en el centro no forman un grupo homogéneo. Muchos se comportan con respeto, estudian, participan en actividades comunitarias y quieren integrarse. No es justo ni ético señalar a todos por las acciones individuales de unos pocos”, explican los trabajadores.
Además, denuncian que el personal del centro también está siendo objeto de “descalificaciones, señalamiento público y hostilidad” por parte de algunos vecinos de Marcilla, y que la situación en el centro es difícil por la falta de recursos y carencias, como la imposibilidad de atender a jóvenes con problemas de salud mental.
Asimismo, critican algunas decisiones de gestión tomadas en los últimos meses, como el cierre de todas las puertas del centro sin previo aviso, lo que ha generado un “clima de encierro” tanto para los jóvenes como para el personal.
