La denuncia presentada por una testigo ante la Policía Nacional española, a la que ha tenido acceso elDiario.es, aporta nuevos detalles sobre el asalto y desalojo violento ocurrido el 20 de junio en una nave industrial entre Aldaia y Alaquàs (València), donde residían una treintena de personas migrantes magrebíes. Según la declaración, alrededor de 30 personas con estética neonazi, portando machetes, bates de béisbol, gases lacrimógenos y acompañados de perros pitbull, irrumpieron en el lugar.
Dos de los agresores vestían chalecos que simulaban ser de la Policía Nacional y portaban lo que parecían armas de fuego. La testigo relata que los atacantes lanzaron gases lacrimógenos dentro de la nave y golpearon a los residentes con bates, mientras algunos intentaban huir; uno de ellos resultó gravemente herido al saltar desde un segundo piso y tuvo que ser operado en el hospital de Manises.
El testimonio también señala que la testigo fue insultada, empujada y agredida cuando intentó intervenir y alertar a la policía. Según la denuncia, los agresores amenazaron con pincharle las ruedas del coche si no se marchaba y destruyeron las pertenencias de los migrantes con una excavadora. La propiedad de la nave estaba presente y, según la testigo, reconoció que el grupo agresor eran sus amigos, aunque después se desentendió de la violencia y expresó “su preocupación” por las consecuencias legales de los hechos.
Tras la llamada de la testigo, una patrulla de la Policía Nacional española acudió al lugar, aunque se vio superada por la situación hasta la llegada de refuerzos. Personal de Cruz Roja, el Ayuntamiento de Xirivella y la Conselleria de Igualdad se desplazaron para “atender a los afectados y ofrecer recursos de emergencia”. La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer los hechos, según confirman fuentes de la Delegación del Gobierno a elDiario.es.