El Gobierno de los Estados Unidos de América, bajo la presidencia de Donald Trump, ha suspendido el envío de ciertos sistemas de armas a Ucrania, incluyendo interceptores de misiles Patriot y municiones guiadas de precisión, según confirmaron la Casa Blanca y el Departamento de Defensa y recoge The New York Times. La medida responde a una revisión interna que alertó sobre el descenso de los niveles de reserva de armamento estadounidense, lo que llevó a priorizar la disponibilidad para la “defensa nacional”.
“Esta decisión se tomó para anteponer los intereses de Estados Unidos tras una revisión del apoyo militar global”, declaró la portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly. El Pentágono no ha detallado públicamente qué sistemas concretos han quedado en suspenso, aunque fuentes oficiales señalan que los envíos afectados incluyen también proyectiles de artillería de 155 mm y misiles Hellfire.
La suspensión se produce en un contexto de intensificación de los ataques rusos sobre Ucrania, que ha solicitado reiteradamente más apoyo militar occidental. Desde el inicio de la guerra a gran escala en Ucrania en 2022, Estados Unidos ha proporcionado más de 66.000 millones de dólares en ayuda militar a Kiev. Sin embargo, la revisión del Pentágono concluyó que los arsenales estadounidenses de algunos sistemas críticos han caído a niveles considerados “insuficientes para garantizar la capacidad de respuesta ante otras amenazas globales”.
El secretario adjunto de Defensa para Política, Elbridge Colby, subrayó que el Departamento “sigue presentando al presidente opciones sustanciales para mantener la asistencia militar a Ucrania”, pero que la estrategia se ajusta “para garantizar la preparación de las fuerzas estadounidenses”.
Mientras tanto, las conversaciones diplomáticas entre EE. UU. y Rusia permanecen estancadas y no se ha anunciado una reanudación de los contactos de alto nivel sobre Ucrania. La Casa Blanca ha indicado que aún se discute la posibilidad de futuros envíos de sistemas Patriot, pero no hay compromisos firmes. El gobierno ucraniano no ha respondido oficialmente a la suspensión, que llega en un momento especialmente delicado para la defensa aérea de Kiev.
