Núria Garrido Blanc, presidenta de la asociación Som Habitatge-Unió de Propietaris de Catalunya, gestiona al menos 35 viviendas, cuatro bloques, dos locales, dos garajes, dos naves y un terreno en Barcelona, según una investigación publicada por La Directa. La mayoría de estos inmuebles, administrados junto a familiares, se concentran en barrios como la Barceloneta y Gràcia y se destinan principalmente a alquileres de temporada, una modalidad que ha crecido un 62% en la ciudad desde marzo de 2024, según datos del Institut Català del Sòl (Incasòl).
La Directa ha recogido testimonios de vecinos que denuncian la no renovación de contratos indefinidos y la sustitución progresiva del vecindario por inquilinos temporales, muchos de ellos extranjeros con contratos laborales de corta duración. Algunas familias afirman haber sufrido prácticas abusivas y relatan que los precios de alquiler pueden superar los 1.300 euros por 30 metros cuadrados. Garrido, que se hizo conocida por sus polémicas declaraciones en una entrevista donde afirmaba que “tener inquilinos es como tener un hijo pequeño, un incordio constante”, no ha respondido a las preguntas de La Directa sobre su modelo de negocio ni sobre las quejas de arrendatarios.
En declaraciones públicas, Garrido ha defendido que “invertir en vivienda es una temeridad” y que los propietarios han sido “deshumanizados y criminalizados”. La asociación Som Habitatge rechaza toda política que limite los precios del alquiler y se opone a las iniciativas legislativas en trámite para la regulación mínima de los contratos de temporada tanto en el Parlament de Catalunya como en el Congreso de los Diputados.
