El miércoles al mediodía, agentes de la Policía Foral y la Policía Municipal arremetieron contra personas que se dedicaban a la venta ambulante en Iruñea (Nafarrpa). Según ha denunciado SOS Racismo Navarra, las fuerzas policiales actuaron en la avenida Carlos III: persiguieron a los vendedores ambulantes, identificando a muchos de ellos y robando el material que estaban vendiendo.
Cuando la gente que pasaba por la calle preguntaba qué estaba ocurriendo, los agentes respondían de manera violenta, amenazando con poner multas. Además, uno de los policías forales lanzó gas lacrimógeno a una de las personas perseguidas, causándole lesiones.
SOS Racismo ha declarado que no aceptará “ningún ataque racista en nuestras calles” y ha exigido a los responsables de los hechos de ayer que asuman sus responsabilidades.
