El presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, anunció este jueves la imposición de un arancel del 35% sobre todos los bienes importados desde Canadá a partir del 1 de agosto. Según la misiva al primer ministro canadiense, Mark Carney, y difundida en la red Truth Social, Trump remarcó que “no habrá ningún arancel si Canadá o las empresas de su país deciden construir o fabricar productos dentro de Estados Unidos”. Además, el mandatario asegura que las autoridades estadounidenses facilitarán “de forma rápida, profesional y rutinaria” el traslado de operaciones empresariales al país.
Trump afirma que el gravamen podría ser modificado “al alza o a la baja” si Ottawa “trabaja conmigo para detener el flujo de fentanilo”. El presidente estadounidense acusa al Gobierno canadiense de “tomar represalias en lugar de colaborar tras la imposición de aranceles del 25% a las importaciones canadienses en febrero”. Trump justificó la decisión por lo que calificó como “muchas políticas arancelarias y no arancelarias y barreras comerciales” por parte de Canadá, mencionando específicamente los aranceles a los productos lácteos estadounidenses, que, según sus palabras, “pueden llegar hasta el 400 por ciento”.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, declaró en la red social X que su gobierno “seguirá defendiendo firmemente a trabajadores y empresas nacionales mientras trabajamos hacia la fecha límite revisada del 1 de agosto”. Carney también afirma que Canadá “ha realizado progresos vitales para detener el azote del fentanilo” y reitera “el compromiso de su país con la cooperación bilateral”. Por el momento, ambas partes mantienen abiertas las negociaciones hasta la fecha límite.
