Las Fuerzas Armadas de Yemen anunciaron este domingo la implementación de la cuarta fase de su bloqueo naval contra buques vinculados al Estado de Israel, ampliando la ofensiva para atacar cualquier embarcación que opere en puertos de la Palestina ocupada por el Estado de Israel, sin distinción de nacionalidad o ubicación en el rango de sus misiles y drones.

Esta acción forma parte del respaldo yemení al pueblo palestino ante la escalada genocida y el bloqueo en la Franja de Gaza que está matando de hambre al pueblo palestino, generado miles de víctimas y graves condiciones de hambre y sed, según denunciaba el portavoz militar Yahya Saree en rueda de prensa.

El comunicado oficial de las Fuerzas Armadas destaca que "todas las compañías que operen en los puertos enemigos israelíes serán advertidas", y que, de no hacerlo, "serán atacadas sin dudar". Desde principios de julio, los yemeníes lanzaban una clara advertencia a las embarcaciones que se dirigían a territorios palestinos ocupados: "Cualquier compañía que tenga acuerdos con la entidad sionista va a enfrentar su mismo destino: el hundimiento".

Yemen condiciona la suspensión de estas acciones militares al levantamiento del bloqueo y el fin de la agresión contra Gaza, en lo que califican como una "responsabilidad religiosa, moral y humanitaria" hacia el pueblo palestino.

Desde octubre de 2023, el Movimiento Ansarrollah ha tendido la mano a Palestina intensificando operaciones en el Mar Rojo y áreas adyacentes, llegando a paralizar el puerto de Eilat controlado por los israelíes y afectando considerablemente la logística marítima israelí.

Las consecuencias del bloqueo israelí sobre Gaza son dramáticas: según datos del Ministerio de Salud de Gaza, hasta el 27 de julio de 2025 se registraron 59.821 palestinos asesinados y 144.851 heridos. Los hospitales reportaron 6 nuevas muertes por inanición en un solo día, sumando 133 fallecimientos por hambre y desnutrición inducida por el Estado genocida de Israel, con 87 niños entre las víctimas.

Además, la entidad sionista controla la distribución de la "ayuda humanitaria", utilizando los repartos de comida como trampa para matar palestinos: 1.132 personas han sido asesinadas en puntos de ayuda y otras 7.521 han resultados heridas.