Audios revelan que Koldo García colaboraba con la Guardia Civil mientras operaba para el PSOE

Una parte mínima de los 22.000 audios de Koldo confirma su rol como ‘conseguidor’ para guardias civiles y políticos, información oculta en el informe de la UCO y bajo investigación en el Supremo.

Imagen de sumario de Koldo García.
Foto: The Objective

Una selección aún muy limitada de los más de 22.000 audios grabados por Koldo García Izaguirre ha salido a la luz, corroborando que mantenía una relación directa y de colaboración con agentes de la Guardia Civil, además de su actividad para cargos políticos del PSOE. Esta información, que descubre la posible condición de ‘agente encubierto’ de García para la Guardia Civil, fue omitida por la Unidad Central Operativa (UCO) en su informe oficial, el cual puso toda su atención en sus vínculos con políticos como Santos Cerdán.

Las grabaciones muestran a Koldo actuando como intermediario para guardias civiles, gestionando “favores” como plazas diplomáticas, trámites médicos o enchufes para compañeros. En uno de los audios, un agente lamenta en tono jocoso el alejamiento de Koldo para atender a empresarios y banqueros, lo que apunta a la amplitud y profundidad de sus conexiones.

Además, la Guardia Civil reconoció esta colaboración con la concesión a García de la Cruz con distintivo blanco de la Orden del Mérito, una condecoración cuya justificación permanece en secreto y que ahora se está reconsiderando por el Ministerio del Interior.

El caso, bajo instrucción en el Tribunal Supremo, revela además una red de colaboradores y múltiples grabaciones realizadas no sólo por Koldo sino también por otros sujetos no identificados, posiblemente agentes de la Guardia Civil, lo que añade complejidad a la investigación.

Su defensa sostiene que la UCO presentó un informe parcial, ya que muchos de estos audios fueron descartados. Mientras la investigación judicial avanza, la trama pone en entredicho la supuesta integridad de unas instituciones que parecen utilizar a Koldo para controlar y manipular espacios políticos, situándolo en el centro de una compleja red de espionaje y corrupción que parece tocar varios aparatos del Estado.