CaixaBank informó un beneficio neto de 2.951 millones de euros en el primer semestre de 2025, un aumento del 10,3% respecto al mismo periodo del año anterior, según datos oficiales presentados a la CNMV. Esta escalada en los beneficios se produce en un contexto de descenso en los tipos de interés del Banco Central Europeo.
El banco ha compensado esta reducción a través de la intensificación en la gestión de activos y servicios financieros. La entidad aumentó los ingresos derivados de la gestión patrimonial en un 14,3%, ganó terreno con la concesión de créditos, especialmente hipotecarios, y experimentó un descenso moderado de la morosidad.
El consejero delegado, Gonzalo Gortázar, destacó que el resultado también se ha visto influido por el cambio en la contabilización lineal del impuesto a la banca, y auguró un “escenario optimista” para el banco de cara al cierre del año, con previsiones de ingresos por servicios al alza en torno al 5-8% y un aumento en la rentabilidad.
CaixaBank mantiene su estrategia de crecimiento orgánico centrado en la península ibérica, descartando por ahora adquisiciones, aunque reconoce que el problema del acceso a la vivienda y la productividad supondrán un “desafío”.