El mandato presidencial de Volodimir Zelensky en Ucrania expiró el pasado 20 de mayo de 2024, pero él sigue ejerciendo el cargo, una situación que contradice el artículo 112 de la Constitución ucraniana. Este artículo es taxativo al indicar que, si termina el mandato del presidente y no se pueden celebrar elecciones en condiciones normales, el presidente de la Rada Suprema (Parlamento) debe asumir interinamente las funciones presidenciales hasta la convocatoria y celebración de elecciones nuevas. Sin embargo, este procedimiento no se ha ejecutado y Zelensky permanece en el poder como presidente de facto.
La vigencia desde febrero de 2022 de la ley marcial en Ucrania ha impedido la realización de elecciones presidenciales, justificando la continuidad del actual presidente desde un punto de vista “práctico y político”. No obstante, esta situación representa una desviación del mandato constitucional, ya que la Constitución no contempla que el presidente pueda extender su mandato más allá del límite sin que el relevo interino establecido por la ley se haga efectivo.
Este incumplimiento ha generado polémica y críticas, pues el artículo 112 dispone en forma rigurosa que el relevo temporal debe ser asumido por el presidente de la Rada, como ocurrió en 2014 con Oleksandr Turchynov tras la destitución de Yanukovich, cuando la Rada activó ese mecanismo constitucional. La continuidad de Zelensky, cada vez más criticada en Ucrania y apoyada internacionalmente en un contexto de guerra con Rusia, no se ajusta a lo establecido por la Constitución, generando dudas sobre las garantías constitucionales, la legitimidad del Gobierno y el estado de derecho en Ucrania.