El Gobierno laborista británico ha planteado un paquete de medidas para modificar las reglas de reagrupación familiar, endureciendo los requisitos para la reunificación de familiares extranjeros con residentes en el Reino Unido. La nueva regulación, que se espera que entre en vigor en primavera de 2026, implicará controles más estrictos en aspectos como el nivel de idioma inglés, condiciones financieras y relación de dependencia, con el objetivo declarado de "favorecer la integración y controlar los flujos migratorios", pero con un resultado claro: dificultar enormemente la vida de miles de familias proletarias migrantes. Mientras tanto, la aplicación de las reglas actuales ha sido suspendida para facilitar la transición normativa.
Entre las principales modificaciones destacan la ampliación del periodo para la obtención del permiso de residencia permanente en determinadas categorías migratorias, y la limitación para que "solo los trabajadores altamente cualificados" puedan patrocinar a sus familiares dependientes. En particular, trabajadoras en ocupaciones relacionadas con el sector de cuidados han visto restringidas sus posibilidades para solicitar la reunificación de dependientes, medida que afecta a miles de familias que dependen de estas visas familiares.
Estas reformas forman parte de una estrategia gubernamental más amplia para controlar y perseguir a las personas inmigrantes, especialmente a los sectores más depauperados de la inmigración. La discusión parlamentaria está en curso y se esperan nuevas consultas y posibles modificaciones para casos especiales, sobre todo en aquellos con estatus de refugiado concedido y familiares de ciudadanos británicos y residentes permanentes.