Las “causas organizativas” utilizadas por la empresa BSH para justificar el cierre de la fábrica de Eskiroz (Nafarroa) no son suficientes, y los argumentos relacionados con la producción “son desproporcionados”, según ha concluido la Inspección de Trabajo de Navarra. La inspección ha analizado el expediente de regulación de empleo planteado por la dirección para cerrar la planta y despedir a 609 trabajadores, pero ha puesto en duda la justificación aportada por la empresa: “En opinión del inspector actuante, la extinción de 609 contratos de trabajo del centro de Eskiroz no es razonable en cuanto a la proporcionalidad y adecuación a los objetivos que se pretenden alcanzar”.

Los sindicatos UGT, CCOO, ATISS y Solidari dieron luz verde en julio al despido colectivo, ya que doce de los diecisiete representantes sindicales votaron a favor del acuerdo propuesto por la empresa. Después, en la plantilla también se impuso el sí, abriendo de par en par la posibilidad de que 609 trabajadores se quedaran en la calle. En este momento, la actividad de la planta de Eskiroz está paralizada.